lunes, 20 de febrero de 2012

¿Pamela o tocado?

              Segundo capítulo de la serie de consejos para vestirse para ir a un evento. Pretendía hacer un artículo completo sobre pamelas y tocados, pero me perdonareis, esta semana tengo poquito tiempo (estoy de exámenes) y me he quedado en las pamelas. Prometo no tardar en escribir sobre los tocados.



                     Hoy por hoy la mayoría de las opiniones sobre cuándo llevarlas tienden a romper el protocolo establecido, pero la verdad, el protocolo en este caso se basa más en la practicidad que en otra cosa, así que yo creo que es de sentido común hacerle caso: la pamela se debe llevar exclusivamente en eventos que tengan lugar por la mañana o a mediodía, siempre que no llueva -puesto que su función es cubrirnos del sol- y sin gafas de sol -ya vas suficientemente protegida-Por supuesto, no se coordinan nunca con vestidos largos sino de coctel. El estilo del vestido ya es a tu elección.



                 Los materiales que se utilizan para las pamelas se eligen en función de la época del año: fieltros o lanas en  invierno, rafias y sinaís en primavera y verano. Éstas últimas son más favorecedoras para todo el mundo porque aportan ligereza al conjunto. Se pueden llevar adornadas bien con alguna flor o con un penacho de plumas. Los adornos que elijamos para nuestra pamela sólo dependen de la personalidad de cada una, más discreta o atrevida. Otra cosa es la forma de la pamela, que sí debemos elegirla acorde a nuestro rostro: alas más grandes se pueden permitir los rostros ovalados o redondos. Si tu rostro es alargado o cuadrado, o tienes los pómulos más angulosos, te verás más favorecida con alas más cortas o con pamelas que tengan forma de sombrero, aunque las pamelas con forma de sombrero no se suelen elegir para gente más joven, porque dan un aire más serio al conjunto. No te recomiendo llevar una pamela si acudes a un evento con niños pequeños. Puesto que no te quedará otro remedio que estár pendiente de ellos la mayor parte del tiempo, no vas a estar cómoda, con lo que acabarás quitándoltela y tu aspecto no tendrá ni un bonito sombrero ni tampoco un peinado cuidado.



                  ¡Ojo! si eres de baja estatura mejor opta por un tocado, y si tienes antojo de pamela, ponte una que sea pequeña, a ser posible con un penacho de plumas alargado en vez de una flor. Para esta situación combínala siempre con un vestido de lineas rectas y sin estampados, que estilice tu silueta, y completa tu look con un bolso pequeño tipo clutch en la mano (no colgado) y atención, truco: puedes añadir un chal con mucha caída e incluso flecos en la misma mano del bolso, para crear un efecto de piernas más largas.




                  Me queda nada más advertir que la pamela, al igual que el tocado, no debe quitarse en ningún momento durante la celebración: ni en la ceremonia religiosa o civil, ni después durante el banquete ni el baile. Con una excepción: si el ala de tu pamela es tan larga que incomoda a tus vecinos de mesa, la puedes quitar durante el banquete. Un consejo: con una pamela o sombrero puesto no es lo más conveniente ni cómodo dar un beso para saludar, así que procura extender la mano antes de que nadie ponga la mejilla!!!

lunes, 13 de febrero de 2012

¿Cómo me pongo el chal?

              Llegas a casa por fin después de una eterna mañana de gestiones. Abres el buzón y allí está, entre el montón de cartas que te escribe tu banco, la galería del coleccionista y un panfleto venido del mismisimo infierno de las tentaciones incitandote a comer dos pizzas por el precio de una: Un sobre grande de color crema en papel de lujo... lo que te temías: ¡¡¡Estás de boda!!!  Que revoltijo de emociones en un momento, no sabes si llorar o reir, y no sólo por que se casa tu mejor amiga de la infancia (y ya sólo quedas tú...) sino por todo lo que conlleva ir de boda, en positivo y negativo: por un lado el tremendo gasto que te va a suponer en regalos, vestidos, peluquería, viajes... y por otro la ilusión de vivir un día diferente, celebrar algo que hace feliz a los más cercanos, arreglarte más que otros días y sentirte preciosa.  

               ¿Por qué te cuento todo esto? Es un tema del que hablaré largo y tendido en unos cuantos post que iré colocando aquí aprovechando que comienza la época del BBC (bodas, bautizos y comuniones), y no sé si es de rigor, pero voy a empezar por uno de las últimas cuestiones que nos planteamos cuando vamos a un evento (boda, comunión...) pero que nos trae de cabeza a todas: ¿Cómo me pongo el chal para no parecer hortera? y ¿por qué un chal y no una chaqueta?



                 Bueno, pues no hay nada escrito acerca de tomar esta decisión, pero la lógica nos dice muchas cosas: no puedes poner una chaqueta con un vestido de noche, el conjunto final queda totalmente desacompasado... y esos boleros de raso o de organza.... déjalos para las abuelas!!! a ellas si que las quedan modernitos. Un vestido largo siempre va mejor acompañado de un chall, chalina o cubrehombros que te sirva para esa situación de entrar a la Iglesia o al juzgado convenientemente cubierta, o para cubrir parte de la piel si te ha tocado en la mesa que está justo debajo del aire acondicionado en el banquete (qué infortunio más habitual), y además siempre lo puedes llevar estilosamente en la mano o a un hombro cuando no te hace falta... ¿qué haces con el dichoso bolerito cuando te lo quitas? Busca un chal en un tejido ligero, que acompañe bien a los tonos de tu conjunto sin destacar excesivamente -permitete los estampados sólo si el resto del conjunto es liso y monocolor- y del tamaño adecuado: suficientemente grande para cubrir los hombros y parte de los brazos, pero no tanto como para que oculte el diseño de tu vestido. ¿Hay alguien que se atreva a decirme que Charlene Wittstock está hortera y demodé en esta foto?


                    Una vez elegido el modelo de chal que nos vamos a poner, llega la parte importante: cómo colocarlo para que quede estiloso y no ir incómoda sujetandolo continuamente. Es sencillo, sólo hay que adecuarse a nuestro estilo y al modelo de vestido que llevamos. Por ejemplo, un chal de un tejido con mucha caída -seda, gasa, rasos con un poco de peso- puede quedarnos muy bien simplemente dejándolo caer por encima de los hombros, como en la foto de Charlene. Pero a veces nos gustaría taparnos los hombros y dejar muy despejado el escote, para poder lucir una forma bonita, un detalle de pedrería o un estampado. En ese caso es preferible colocarlo en los hombros y atar los estremos a la espalda, o bien sujetarlos con un broche si no queremos que se vea el nudo. El efecto es muy similar al que lleva Nati Abascal en este conjunto de Dior:

                 Esta forma de sujetar el chal es muy cómoda porque nos permite movernos sin preocuparnos de que se descoloque, y queda muy bonito en escotes amplios con tirante fino o palabra de honor, y tambien con vestidos con escote halter o sujetos detrás del cuello. No lo coloques así nunca si tu vestido tiene un escote barco o mangas voluminosas, con volantes o faroles, porque no te verás nada favorecida.

                     Si eliges un chal en un tejido de muy poco volumen y suficientemente largo tienes la posibilidad de ajustartelo al cuerpo consiguiendo el efecto de cubrir tus hombros y destacar tu cintura, de la siguiente forma:


                Crúzatelo rodeando tu cintura y sujeta los estremos a la espalda. Es una original forma de colocarlo y convierte un vestido sencillo en un modelo original. Si no es de obligado cumplimiento el cubrirse los hombros porque la ceremonia no va a ser en una Iglesia o en un juzgado -ahora están muy de moda los eventos al aire libre- puedes cubrir nada más un hombro, atando los dos extremos en el lateral opuesto a la altura de la cintura, al puro estilo de las bandas de las misses, pero más ancho, para darle un poco más de protagonismo al chal.


                Y aquí vienen un par de ideas un poco más laboriosas para las más avanzadas. Estas requieren un poco de preparación en casa y coger aguja e hilo para dar alguna que otra puntada -tampoco demasiadas- y conseguir que nuestro chal pase a ser el centro de atención:
               Se trata de doblar el chal a la mitad longitudinalmente y dar unas puntadas a unos 30 cms de los extremos para hacer una especie de mangas con cubrehombros. IMPORTANTE: el chal no debe de tener flecos para que el efecto sea bonito, y luego cada una pondrá de su parte según lo manita que seas: el de la foto tiene unas flores elaboradas con el propio chal, pero tambien le puedes colocar unos broches bonitos o algún botón de fantasía que realce el conjunto. Lo dejo en tus manos.


                   La siguiente idea requiere que el chal sea bastante largo y con algo de cuerpo, para que se sujete bien y luzca un cruce bonito, no necesitas más que hacer un agujero y rematarlo a la altura que lo quieras sujetar:


                No puedo acabar sin dejaros alguna imagen de lo que NO hay que ponerse en estos casos. No comento más porque las imágenes hablan por si solas... Espero que en algo os haya ayudado, ya me contareis o preguntareis si necesitais algún consejillo más.... y siempre agradeceré vuestras aportaciones!!!!







lunes, 6 de febrero de 2012

¿Qué me pongo?

         Eterna duda de cualquiera de nosotras... tenemos el armario lleno de ropa, pero cuando llega la hora de salir de casa enseguida nos viene a la mente...¡¡si no tengo nada que ponerme!!.

           Que no cunda el pánico. Vamos a ser racionales: lo importante no es ir siempre a la última moda, sino encontrar el estilo que más nos favorece y en el que nos encontramos más agusto, y adaptar la moda a nuestra propia estética. Muchas veces no somos capaces de encontrar por nosotras mismas esa sensación, por eso cada vez más se está recurriendo a asesores profesionales que acuden en nuestro auxilio rápidamente -previo desembolso monetario claro está- para hacernos sentir guapas, aunque en estos tiempos de crisis siempre podemos encontrar a ese profesional regalándonos sus consejos en las pequeñas tiendas de moda de todas las ciudades de España, que puesto que no pueden combatir con otras armas a los megacentros comerciales, los combaten con las que más nos favorecen a nosotras las posibles clientas: la profesionalidad y el buen servicio.

 
        
            Al margen de esto, nunca vienen mal unos consejillos para elegir las prendas que vamos a ponernos, teniendo en cuenta nuestro físico, para realzar las partes que más nos gustan y disimular las que no queremos que se vean tanto. Por ejemplo, las mujeres más delgadas pueden permitirse llevar prendas más ceñidas, pero no tanto como para que de sensación de mujer sin curvas. Lo más propio en el caso de mujeres de contornos rectilineos será ceñir solamente la cintura y crear volúmenes en los puntos contrarios con hombreras, como Kate Moss con este modelo de Balmain, y faldas con vuelo desde la cintura o pantalones de pinzas abiertas. Por el contrario si se trata de una persona más voluptuosa se verá más favorecida con prendas entalladas pero no ajustadas y vestidas en un solo color (dos a lo sumo) en géneros de poca consistencia y huyendo de los estampados muy grandes y de los largos extremos: no más arriba de la rodilla, ni más abajo de la media pierna, como en este modelo de Asos:




            Por otro lado, podemos intentar llamar la atención sobre alguna parte que queramos destacar: si tenemos unas piernas muy bonitas intentaremos llevar medias de colores más llamativos -que son tendencia esta temporada- o si tenemos unos ojos de un color muy llamativo podemos vestir prendas en ese mismo color para resaltarlos. Cuando queremos lucir un complemento especial, lo aconsejable es vestir de una forma discreta en colores neutros o que combinen con ese complemento pero sin quitarle ningún protagonismo: qué mujer no triunfa en una fiesta con un little black dress y unos pendientes espectaculares!!!






              



           No cargues tu imagen con muchos complementos, que estén de moda no quiere decir que haya que ponerselos todos (a la vez). Si eliges un collar muy llamativo, combinalo con unos pendientes discretos al tono del conjunto, o colocaté una sarta de pulseras en un brazo pero deja el otro despejado o con un reloj de linea sencilla, sin pedrería ni correas llamativas. La elegancia siempre ha ido de la mano de la sencillez.









                 Un último consejo: no dejes que la moda te imponga sus normas, adapta lo que se lleva a tu propio estilo y sientete cómoda con lo que te pongas, te hará sentir mejor contigo misma y todos lo notaran!!! Disfruta vistiendote, la moda no es un sacrificio, es una bendición que nos ilusiona cada día un ratito delante de los escaparates!!!